domingo, 2 de noviembre de 2014

Diario de aprendizaje: la narración


EL APRENDIZAJE


Tenía que hacer un blog en el que debo de publicar las cinco entradas que me pidió mi profesor para aprobar el trimestre. He hecho las cinco entradas tal y como me pidió mi profesor, cuidando los signos de puntuación, la ortografía, el incluir imágenes, etc. 
Con estas actividades he aprendido muchas cosas como, el significado de mi nombre, a saber interpretar una historia visual, a crearme un blogger, que una  buena narración debe tener un flashback, diálogos...
La verdad que le he dedicado mucho tiempo a la tarea, depende de lo larga que sea la actividad, ya que quiero que esté perfecta para que mi profesor me ponga la mejor nota posible.
Lo que más me a gustado de mi relato es que al ser  una historia personal he vuelto a vivir y recordar las sensaciones que tuve en ese momento, y a sido bonito.
En todo este proceso yo pensé que no iba a ser capaz de contar una experiencias y hacer un buen relato porque no se me ocurría nada ni sabía por donde empezar. Pero como he ido siguiendo los pasos que me a dicho el profesor como, la lluvia de ideas,la escritura automática, el mapa mental, etc. Me ha servido de gran ayuda y he sido capaz de hacerlo.
Por otro lado, tengo mucho que aprender porque me cuesta mucho redactar, encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que quiero decir y fijarme mejor en la ortografía.

Relato, historia personal

 

EL DESCUBRIMIENTO DE UNA      

              MENTIRA.

En ocasiones me viene a la mente una historia que me ocurrió no hace mucho tiempo atrás, y me gustaría compartirla con vosotros.

  Un día como otro cualquiera, jugando con mis muñecas, de repente escucho un murmullo que viene de la planta de arriba, son mis padres y mi hermana. Como soy muy curiosa necesito saber que sucede. 

  -¿Qué están diciendo?-¿Y por qué lo susurran?-es como si quisiesen que no me enterase.

  Ese comportamiento me extraña mucho porque entre nosotros no hay secretos.

  Confusa me acerco hacía la puerta e intento escuchar algo, pero me es imposible. Abro la puerta y... ¿Qué está pasando aquí? -¡Tanto hablar por lo bajini!. Mis padres están en las escaleras con bolsas en las manos y mi hermana corre escaleras arriba.

  Mi madre me dice -Vete para el salón niña, que ahora vamos nosotros-   Al momento bajan y me dieron una hoja para leer. Comienzo la lectura y como voy demasiado despacio mi hermana se impacienta y se ofrece para leérmelo.

  Yo no entiendo nada, trata sobre una niña, los reyes magos, algo sobre unos pajes que los ayudan, de los padres... ¡QUE LÍO!

  De repente se me enciende la bombilla y todo cuadra, -¿Vosotros sois los reyes magos? -¿De todos los niños o solo de mi?-. A lo que mis padres me contestan que ellos son mis Reyes Magos y cada padres los son de sus hijos.

  Otras miles de preguntas surgen en mi mente: ¿Quién se comía y bebía entonces los mantecados y el agua que dejaba para los camellos?- ¿Dónde guardabais los juguetes para qué yo no los viese?-¿Cuándo los comprabais?...

  Mis padres pacientemente contestan a cada una de mis preguntas. Y seguidamente me ponen una condición indispensable: -Marta, este secreto no se lo debes contar a nadie que no sea adulto, ya que cada familia debe decidir cuando se lo cuentan a sus pequeños.

  Esa noche al irme a la cama, me sentí bastante desilusionada, -¡Cómo pueden engañar así a todos los niños! Aunque por otro lado me siento importante, ya que sé un secreto que solo saben los mayores, y yo ya me siento uno de ellos.

  Ahora me doy cuenta de lo inocente que era en esos años, hoy en día no me creería una mentira así, tal vez por eso solo se la cuentan a los niños más pequeños.

  Sin embargo al recordar esa historia siempre lo hago con mucho cariño y añoranza. Ahora comprendo por qué lo hicieron mis padres y cuando yo sea madre también lo haré con mis hijos. ¡Es tan bonita la ilusión!